jueves, 23 de abril de 2009

S.O.S. para los buenos modales

Atender correctamente por teléfono, expresarse en público, consejos de higiene personal, aprender a escuchar o el modo de comer son algunas de las lecciones que están enseñando a niños de entre 9 y 13 años en el Club Juvenil VIAR del colegio sevillano Altair, gracias a la colaboración de la ONG Cooperación Internacional. El “Curso de Buenos Modales”, en su séptima edición y que finaliza hoy, tiene como objetivo formar a los niños desde pequeños para que en un futuro sepan enfrentarse a ciertas situaciones –una entrevista de trabajo, hablar en público, etc.- con la mayor fluidez posible.
Muchas de las acciones de voluntariado que lleva a cabo Cooperación Internacional se realizan en zonas deprimidas de la capital: Juan XXIII, Amate, Los Pajaritos, Su Eminencia… «Para hacer un buen voluntariado es necesaria cierta formación», tal y como afirma Rafael Mosteyrín, coordinador de la organización. Así, la ONG llegó a un acuerdo con el colegio, donde actualmente cursan 1.300 alumnos, del modo que Cooperación facilitaría el temario de los buenos modales a los profesores.

¿Se ha perdido en el hogar el poder dedicarle a nuestros hijos el tiempo necesario para enseñarles estas cuestiones?
Carlos Alonso, profesor de Primaria en Altair y profesor del curso de Buenos Modales, habla precisamente de ello. «Lo que se pretende con el curso es algo que todo el mundo ahora mismo está echando mucho de menos. Parece que había quedado muy en desuso el saber comportarse con los demás, el tener unas determinadas formas y saber cómo estar en las distintas situaciones que se nos puedan presentar. Son cosas muy pequeñas pero que dicen mucho de una persona. A veces les repetimos este refrán: en la mesa y en el juego, se conoce al caballero», asegura Alonso.

¿Se están perdiendo hoy los buenos modales?
Según nos cuenta el profesor, «cuando yo era un adolescente, se criticaba mucho el tener buenos modales, como si fuera una cuestión de hipocresía. Como si el hecho de saber comportarse no respondiera en todos los casos a cómo es uno por dentro. Cayó en desuso. Hay incluso una canción de Serrat en la que pone de manifiesto este tema –y añade Alonso-, pero gracias a Dios las cosas se van renovando y muchos padres han solicitado plaza para estos cursos, de ahí que tengamos a más de treinta niños. Hoy a muchos niños les hace falta esos cursos»

¿Las nuevas tecnologías han cambiado la familia?
A parte de las tecnologías, en casa tiene mucho que ver también el modo de comportarse de una familia, tal y como asevera Carlos Alonso. «Ahora mismo llegas a una casa y ves tres o cuatro televisiones y, sin embargo, no viven en esa casa más de tres personas. Eso implica que el nivel de relación entre ellos es muy escaso. Pero no sólo por las máquinas, sino porque cada uno está yendo a lo suyo sin pensar en que las relaciones con los demás pueden aportar mucho más que una máquina. Pero sobre todo tienen que ver los planteamientos familiares. Puedes ver muchos “buenos niños” que tienen “maquinitas”, pero cuando llega la hora de almorzar o cenar se sientan junto a sus padres, hablan y se relacionan. Eso, se nota muchísimo en el niño».

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